¿QUÉ DEBEMOS SABER DEL VIRUS ZIKA?

¿Cómo empezó?

A principios de 2015, un grupo de médicos del noreste de Brasil empezaron a detectar un número extrañamente elevado de pacientes con síntomas parecidos a los de una gripe, es decir, fiebre, malestar e idéntica erupción cutánea. A finales de marzo, el número de afectados superaba ya los 7.000, de los cuales más del 80% daba negativo para dengue, enfermedad que encajaba con los síntomas mostrados. Transcurrieron unas semanas cuando el laboratorio nacional de referencia remitió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) los resultados definitivos en varias muestras. Se confirmaba que eran muestras de pacientes afectados por el virus Zika.

Desde un primer momento, nadie sospecho de la presencia de este virus en Brasil ya que, desde su descubrimiento en 1947, este virus no se había presentado fuera de África a excepción de 185 casos sospechosos en el archipiélago de Micronesia (Pacífico) en 2007.

En los últimos siete años se han diagnosticado casos esporádicos de Zika en países como Camboya, Tailandia, Indonesia, Nueva Caledonia, la Isla de Pascua (Chile) o las Islas Cook. Pero nada comparable a la situación actual en Latinoamérica.

Desde el 7 de mayo de 2015 se han registrado afectados por el Zika en 42 países. La presencia de una alta población de mosquitos “Aaedes”, su elevada adaptación al medio urbano, la alta movilidad de las personas y la escasa inmunidad natural en la población contra un patógeno desconocido forman un caldo de cultivo perfecto para la propagación de este virus.

¿Qué riesgo hay para las mujeres embarazadas?

Según la OMS las autoridades sanitarias locales han observado un aumento de las infecciones por este virus en la población general y, coincidiendo con él, un aumento de los casos de síndrome de Guillain-Barré y de los recién nacidos con microcefalia en el nordeste del país. Investigaciones recientes han demostrado la relación de este virus con malformaciones fetales y trastornos neurológicos.

¿Cómo lo podemos prevenir?

Control de vectores

Los mosquitos y sus lugares de cría suponen un importante factor de riesgo de infección por el virus de Zika. La prevención y el control dependen de la reducción del número de mosquitos a través de la reducción de sus fuentes (eliminación y modificación de los lugares de cría) y de la disminución de los contactos entre los mosquitos y las personas. También está recomendado el uso de repelentes con DEET o icaridina para aquellas personas que vayan a viajar a países con riesgo de contagio por picaduras de mosquito.

Transmisión sexual.

El virus de Zika puede transmitirse por vía sexual. Todas las personas que se hayan infectado con el virus de Zika y sus parejas sexuales deben tener prácticas sexuales seguras, utilizando preservativos de forma correcta y sistemática.

Recientemente han sido muchos los deportistas que participarán en los Juegos Olímpicos de Rio los que han estado debatiendo el ir o no a dicha competición. Si bien es cierto que aún se necesitan más investigaciones para comprender como afectaría a la descendencia en el caso de que los progenitores estén afectados por el virus, surgen nuevas opciones para evitar esta enfermedad. Recientemente Pau Gasol valoraba congelar una muestra seminal, para que en el caso de en un futuro estar infectado por el virus Zika, tener una alternativa para tener descendencia sana y de forma segura gracias a la reproducción asistida.

El Zika en España

El Ministerio ha informado de que ya han diagnosticado el virus a 158 personas en España, en todos los casos importado de otros países. Del total de afectados, 21 son mujeres embarazadas.

Por todo lo dicho, recomendamos que aquellas personas que vayan a viajar a países de Latinoamérica o África, consulten con los especialistas en unidades de Medicina Tropical sobre cómo prevenir o qué medidas tomar antes de realizar el viaje. De igual forma, es importante mantener relaciones sexuales seguras o pedir información acerca de preservación de fertilidad masculina y/o femenina si se desea tener descendencia sin riesgos de padecer la enfermedad en un futuro.

E.Gonzálvez