La vitrificación es una técnica que consiste en la congelación de tejido o células para preservarlos para su uso en el futuro. Esta técnica se utiliza en la reproducción asistida para congelar y almacenar muestras de semen, óvulos y los embriones viables que han sobrado tras la transferencia inicial de embriones frescos, es decir, después de una fecundación in vitro.
Es una técnica indicada para preservar esas muestras para su futuro uso, bien por la misma persona o pareja, o bien para su donación. Para que te hagas una idea, los embriones resultantes después de realizar un ciclo de fecundación in vitro se pueden guardar para hacer un nuevo intento de embarazo en el futuro, se pueden donar para otras mujeres u otras parejas, o se pueden donar para investigación. Para garantizar la adecuada conservación de estos embriones es para lo que se recurre a la técnica de la vitrificación.
La vitrificación es una técnica de congelación ultrarápida que reemplazó a la técnica de congelación lenta utilizada en el pasado. Las tasas de supervivencia se han incrementado desde la introducción de la vitrificación y se han conseguido mayores tasas de embarazo en transferencias de embriones congelados.
El proceso de vitrificación de óvulos comienza con un ciclo de estimulación ovárica para producir varios óvulos maduros.
Una vez que los óvulos alcanzan la madurez, se extraen mediante una punción ovárica y se procesan en el laboratorio para la vitrificación.
Los óvulos se sumergen en una solución crioprotectora que los protege durante el proceso de vitrificación. Luego, se colocan en pequeños recipientes y se sumergen en nitrógeno líquido a una temperatura de -196°C.
7 días
El proceso de vitrificación de óvulos comienza con un ciclo de estimulación ovárica para producir varios óvulos maduros.
Una vez que los óvulos alcanzan la madurez, se extraen mediante una punción ovárica y se procesan en el laboratorio para la vitrificación.
7 días
Los óvulos se sumergen en una solución crioprotectora que los protege durante el proceso de vitrificación. Luego, se colocan en pequeños recipientes y se sumergen en nitrógeno líquido a una temperatura de -196°C.
La vitrificación de óvulos es una técnica segura y efectiva que puede ayudar a las mujeres a preservar su fertilidad. Esta técnica se ha utilizado con éxito en todo el mundo, y los óvulos vitrificados pueden almacenarse durante años sin perder su calidad. La vitrificación de óvulos puede ser una opción para mujeres que desean retrasar su maternidad por razones personales o profesionales, así como para pacientes que necesitan someterse a tratamientos médicos que pueden afectar su fertilidad, como la quimioterapia.
En resumen, la vitrificación de óvulos es una técnica de preservación de la fertilidad que puede ayudar a las mujeres a conseguir embarazos en el futuro. Se considera una inversión importante en la salud y la planificación familiar a largo plazo.
El precio de la vitrificación de óvulos varía según el país y la clínica que la realice. En general, puede oscilar entre los 2.000 y los 5.000 euros. A menudo, también hay costes adicionales asociados con la medicación que deberá ser utilizada en la estimulación ovárica y el mantenimiento de los ovocitos preservados.
El momento ideal para preservar ovocitos por indicación no médica sería entre los 25 y los 35 años. A partir de los 35 años la calidad de los óvulos sufre un empeoramiento progresivo, así como también lo hace la cantidad de los mismos, aunque podría realizarse. En general, no está indicado la preservación de ovocitos a partir de los 40 años, pues la cantidad y la calidad de los mismos está más deteriorada. A esta edad, la recomendación sería, en el caso de que una paciente no desee la gestación a corto plazo, una estimulación ovárica para obtener ovocitos y generar embriones (fecundación in vitro) para criopreservarlos y utilizarlos ya fecundados en el futuro.
Es una pregunta complicada de responder, y depende principalmente de la edad de la preservación, a mayor edad de la paciente aumenta la necesidad de incrementar el número de ovocitos criopreservados, pues la tasa de ovocitos “no viables” o “no cromosómicamente aptos”, aumenta, y, por tanto, disminuyen las posibilidades de conseguir un embrión sano (euploide, o cromosómicamente normal). Los embriones euploides son los que tienen mayor capacidad de dar lugar a un recién nacido.
Nuestros expertos biólogos indican que el número de ovocitos criopreservados debe ser en menores de 30 años, de al menos 15; en mayores de 30 años, idealmente un número mayor. En función de la reserva ovárica de la paciente, y la respuesta a la estimulación, en ocasiones es necesario realizar más de una estimulación ovárica; requieren por tanto dos o más ciclos para acumular ovocitos y conseguir llegar a ese número.